domingo, 8 de mayo de 2011

Adiós, Granada , adiós


En una colina al atardecer, enfilando las Alpujarras; dos figuras contemplaban el valle que se extendía a sus pies. Soplaba un viento seco y cálido a pesar de que era el mes de enero. Los rayos del Sol de esa hora les caían como lanzas fatales que aumentaba aún más su cansancio. Reinaba el silencio. Una de las figuras empezó a gimotear. Giró su cabeza a izquierda y derecha. Rompió a llorar.
—No llores como mujer lo que no supiste defender como hombre —le espetó la otra figura que hasta entonces había guardado silencio. Recibió un llanto de damisela por respuesta.
—¿Por qué te peleaste en Guadix contra tu padre? —continuaba hierática y serena la figura de estatura más baja.
—¿Por qué aceptaste la ayuda de esos repugnantes Abencerrajes?, ¿eh? —el acoso era implacable.
—Pero tú estabas de acuerdo —respondió entre sollozos.
—Mi casa, las casas de mis hijos, las casas de los hijos de mis hijos, ¿qué haré yo?
—Llorar.
—Mis joyas, las joyas de mis hijos, las joyas de los hijos de mis hijos, ¡ah!, ¿qué haré yo?
—Llorar...
—Mis caballos, los caballos de mis hijos, los caballos de los hijos de mis hijos, ¿qué haré yo?
—Pues...
—Mis ropajes, mis vestidos, los vestidos de mis hijos, los vestidos de los hijos de mis hijos.
—¡Llora de una puñetera vez!
—Los vestidos de mi mujer, los vestidos de sus sirvientas...
—¡Sigue, sigue, tú a lo tuyo! —algo contrariada.
—Las sirvientas...
—¡Pues venga, desahógate de una vez!...
—Mis hijos, los hijos de mis hijos, triste de mí ¿Habibi, qué faré-yo o qué serád de mi mibi?1
—¿Pero qué dices ahora? ¿Hablas ya como ellos? ¡Llora, chico, llora de una puñetera vez!
—¡Ah, basta ya, sólo me dices que llore!
Boabdil el chico volvió a mirar de soslayo su Granada. Aixa, su madre, envuelta en ropa vieja y polvorienta repitió el mismo gesto. Tras unos instantes, él siguió gimoteando, ella volvió con la letanía:
—Llora como una mujer lo que no has sabido defender como un hombre.
—¡Ay!, madre, perdóneme pero es que me está dando la brasa.
—Mira, la brasa me la has dado tú, maricón. ¡Mira que jugártelo todo en el Casino Granada!, ¡cabrón!, ¡tira para casa, mal hijo! Yo no te voy a tocar, pero tu mujer...
En la guantera del auto una barra de chocolate Sultana se derretía. El viejo y destartalado Renault 4 enfiló otra vez la carretera dejando un rastro de polvo mientras el Sol se ponía definitivamente.


© Manel Aljama (maljama) octubre 2006
Fuente foto: internet
(1) Traducción y adaptación de una Jarcha en mozárabe: ¿Amigo mío, que haré o que será de mí?

7 comentarios:

  1. En esta ocasión rescato un texto ya publicado con anterioridad, en 2008:Adiós Granada, adiós
    Intenta tener humor y es algo que hace falta en estos tiempos. De paso rescato del olvido aquellos relatos que por lo menos hacían reír a unos cuantos en el Búho.
    Espero que con el tiempo se haya mantenido vigente sin tener que retocarlo. Confío en que sí.

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  2. Pobre Boabdil, hasta su madre se dió cuenta de su "faltilla". Cómo son estos granaïnos!

    Un abrazo, majete.

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  3. Creo que has confiado bien. He sonreído todo el rato.
    Pero es que, claro, a ver, Boabdil con sus lagrimones y gimoteos y Aixa machacando la mente de su hijo y quizá algo más...
    Jajajajajaja
    Tengo unos amigos que en este momento están en Granada.
    Todavía recuerdo (pobre Boabdil, repito, yo también hubiera llorado, con o sin mamá)la primera vez que la visité.
    ES un placer leerte.

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  4. Carmen Rosa Signes11 de mayo de 2011, 13:10

    A mí me sucedió lo mismo, ahí se encuentra mi primer cuento publicado. Es bonito compartir algo así con grandes amigos.

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  5. ¡Qué bueno que lo hayas publicado nuevamente! porque no lo conocía. Me sacaste más de una sonrisa.
    Aprovecho para agradecerte tu comentario. Quería también retribuirtélo lo más pronto posible.
    Te dejo un abrazo desde Berlín.

    Guardo bonitos recuerdos de Granada :-)

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  6. jajajajajaja... tira pa casa tira pa casa, que ya verás como te vas a enterar de lo que vale un peine... deja que se lo cuente a tu mujer que ya verás Boabdilito hijo, se te va a caer el pelo... jajajaja!
    Me ha encantao Manel
    (por cierto, veo que a tí también te han desaparecio comentarios)

    Mil besitos gordotes

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  7. Comentario de Marisol, eliminado por blogger:


    ¡Qué bueno que lo hayas publicado nuevamente! porque no lo conocía. Me sacaste más de una sonrisa.
    Aprovecho para agradecerte tu comentario. Quería también retribuirtélo lo más pronto posible.
    Te dejo un abrazo desde Berlín.

    Guardo bonitos recuerdos de Granada :-)

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