Mostrando entradas con la etiqueta Carmen Rosa Signes. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Carmen Rosa Signes. Mostrar todas las entradas

jueves, 21 de junio de 2012

Los Siete Espíritus Infernales y Otros cuentos de Carmen Rosa Signes

Book-trailer del libro Los Siete Espíritus Infernales y Otros cuentos, escrito por Carmen Rosa Signes.


URL del booktrailer:  http://youtu.be/0fsIS0aNUqQ

Los Siete Espíritus Infernales y Otros Cuentos reune 14 micro ficciones de corte fantástico. Los siete primero presentan los Siete espíritus infernales: Frimost, Bechard, Súrgat, Silcharde o la fuerza del poder, Guland, Astaroth, Lucifer; la segunda parte cuenta con los demonios y los pecados capitales: A orillas del Sena (La soberbia), Fiebre del sábado noche (La lujuria), Juego de salón (Mammon el demonio de la Avaricia), La custodia (La pereza), La ira de los justos (Satanas el demonio de la ira), La línea blanca (Beellzebub demonio de la gula), Mientas tú segura estarás en el cielo (Leviatán el demonio de la envidia). Escritos por Carmen Rosa Signes Urrea, estas historias reflejan desde su particular punto de vista la influencia y atracción que estos seres demoníacos despiertan en los humanos y que se ve reflejada en sus conjuros y las consecuencias de los mismos.


Disponible en Amazon: http://www.amazon.es/Siete-Esp%C3%ADritus-Infernales-Cuentos-ebook/dp/B0085GBMQC/ref=sr_1_1?s=books&ie=UTF8&qid=1340280117&sr=1-1

Manel Aljama (junio 2012)

miércoles, 11 de marzo de 2009

La Loli por Monelle

Fuente Internet,manipulado electrónicoEstaba harto. En más de una ocasión había logrado bloquear su paso, devolverle el importe de la entrada, y conminarla a no regresar jamás bajo la amenaza de denunciarla, pero siempre se me escabullía. Suponía, que aprovechaba las aglomeraciones para colarse por alguna esquina confundida con el resto de espectadores.

Recuerdo el día en el que llegó la nueva acomodadora, debió pensar que era un áspero de mal genio. Primero no iba a dejar que se apropiara de mis clientes más adinerados, aquellos que soltaban siempre un duro de propina por un buen servicio; y segundo era mujer, ¿dónde se había visto una mujer acomodando? Creí que se llevaría más de un pellizco en el culo. Seguro que le provoqué algún quebranto con mis contestaciones.

— ¿Ha habido muchas acomodadoras en la ciudad? —preguntó.
— No, eres la primera y no es mentira. —Le contestó mi compañero.

Pero ese era el menor de mis males. Era domingo, la película de tensión e intriga llena de estampidos y muertos, no era tolerada y habíamos llenado. Cada media hora nos turnábamos para controlar, linterna en mano, que todo el mundo se comportara correctamente. Sabedores de nuestro poder, nos divertía ver cómo se le atragantaban la pipas a más de uno.

En la primera ronda, encontré alguna parejita haciendo lo propio en “la fila de los mancos”, pero no siempre los ponía en vereda. Eso sí, era divertido ver cómo al paso de la linterna, se quedaban quietos, inmóviles.

La tercera ronda le tocó a la nueva, aguardé que saliera para supervisar su trabajo, no me fiaba mucho.

— ¿Algo extraño? —le pregunté.
—No… Bueno sí. Algunos espectadores se quejaban de una musiquilla extraña, como un tintineo…

Entré despacio, para ver si pescaba a Loli de una vez.

“ La Loli ”, así era conocida, había sido una mujer hermosa como pocas que encaminó mal su vida. Cayó en la prostitución, y la calle y el alcohol hicieron el resto. A sus cuarenta y cuatro años aparentaba tener más de cincuenta. Las cuatro perras que sacaba, las ganaba en los cines, ejerciendo de pajillera, embadurnando sus manos con la simiente de algún que otro desesperado, al no encontrar otra ocupación con la que ganar los cuartos para poder comer.

Y ahí estaba yo, intentando frustrar sus esfuerzos. Ante todo estaba mi empleo, aunque no negaré que de vez en cuando hacía la vista gorda.


© CRSignes 100309