jueves, 4 de noviembre de 2021

España tiene la culpa


Sí, España tiene la culpa. Ahora, los enemigos exteriores e interiores de España se multiplican. Durante siglos, los monarcas castellanos y españoles han aplicado la misma política colonialista y absolutista hacia territorios con cultura e historia propias, en muchos casos más antiguas que la suya. Si hay dudas, echen un vistazo a los mapas de la situación de la Península Ibérica de los siglos IX y X y saldrán de dudas. La Constitución Española de 1978 puede decir misa, España firmó tratados internacionales que reconocen la libre autodeterminación de los pueblos. Algo distinto es que no sepan idiomas o no que no lean nunca lo que firman.

Si dejamos la historia y nos centramos en la situación actual y miramos con detalle encontraremos que en la petición de selecciones deportivas catalanas la respuesta fue NO. Seguimos, en la petición de apoyo al catalán como lengua europea, la respuesta fue NO. Inglaterra juega deportes con el País de Gales, Irlanda del Norte y Escocia. Gran Bretaña apoyó la lengua gaélica que es oficial en Europa. Más: el Estatuto de Catalunya de 2006 aprobado por el Parlament Català y refrendado por el pueblo catalán en votación fue recortado en el Tribunal Constitucional. Entonces, no quedaba más remedio que iniciar un proceso hacia la Independencia ante la actitud inepta de los españoles por negociar y por garantizar la pervivencia de la cultura catalana. ¿Por qué "españoles"? Porque los españoles han aguantado y mantienen esa falsa democracia que es el disfraz del cuartel negro del franquismo.

Después de acciones reivindicativas como la Vía Catalana y las concentraciones cada vez más masivas, la respuesta volvió a ser NO. El 1-O, el de día de las votaciones se atacó con violencia a colegios electorales y a personas indefensas. Buena parte del gobierno catalán y también los líderes de Òmnium (entidad cultural) y de la ANC, todos ellos con titulaciones y doctorados universitarios, fueron encarcelados y juzgados en un juicio esperpéntico en el que fueron condenados por delitos del siglo XIX sin equiparación con ningún estado moderno. Personalidades internacionales, diversas entidades com Amnistía Internacional, una comisión de la ONU i varios países europeos han intentado interceder sin éxito. Al final, todo quedará desmontado en sentencias de los tribunales de justicia europeos que dejarán a España a las puertas de la exclusión y el aislamiento. No, España no es un estado de derecho. No lo ha sido nunca en los últimos siglos, con excepción del breve paréntesis de la II República.

España no garantiza la libertad de expresión porque para llevar una nariz de payaso, por decir que te da igual su unidad terriorial o por convocar un referéndum, puedes ir a la cárcel.


© Manel Aljama (octubre 2021)
Escriptor, Comunicador, Proveïdor de Continguts Digitals i Formador de Tecnologies 

© Imagen de Internet de los territorios peninsulares

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