Desde la puerta de su lujoso despacho, el CEO de una gran empresa con aspiraciones de multinacional, sin soltar su mano izquierda del marco de la puerta se dirige al jefe de recursos humanos:
—Ramírez ¿tiene ya preparado el expediente de regulación de empleo?
—No, señor, aún no. Aún no he podido contratar la gente para que esté disponible un único día. He contactado todas las ETT de la zona, varias consultoras y no he podido reunir más de doscientos candidatos —responde el de personal.
—¡Pues tiene que darse prisa! Vamos a hacer el ridículo. El próximo sábado voy al club de campo y quiero entrar en el reducido y elitista grupo de los mil despedidos. ¿Dónde se cree que vamos con sólo doscientos? —dice tajantemente el jefe supremo.
—Si nuestra plantilla no tiene más cien empleados se me hace difícil encontrar tanta gente en tan poco tiempo —se excusa el de recursos.
—Si hace falta vaya al Instituto de Teatro, ¡allí deben tener un montón de desocupados e inútiles que no han trabajado nunca! Por un día no se van a herniar. ¡Vamos, vamos! ¡Que hay prisa! Me los contrata y me los despide en veinticuatro horas. Necesito completar ese expediente de regulación de empleo. ¡Tengo que batir mi record!
El “Chief Executive Officer” volvió a su despacho y cerró la puerta. El responsable de personal de la compañía empezó a barajar la idea de que él también podría contribuir al éxito de su jefe si se incluía en el expediente.
© Manel Aljama (maljama) octubre 2008
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Tenía ganas de soltarlo, de escribir ese chiste, esa ironía; sí, por pequeña y corta que fuese. Esta situación que tristemente se está produciendo ahora la veo cerca, muy cerca.
ResponderEliminarAlguna vez, con unos tubos de cerveza por delante, sí, cuando bajo a la plaza donde los coches que "Van como locos" se estrellan y se incencian; he comentado esta situación, la despedir gente por ganar prestigio social...
jajaja Lo mano que es un chiste que deja de serlo para los pobres que pagan con esa moneda. Está difícil, muy difícil. Y encima cuando encuentras algo con lo que trabajar, no dura ni un segundo. Será mejor que nos sigamos riendo, al menos así desdramatizamos lo que ya de por sí es un desastre. Besos.
ResponderEliminarCarmen
Parece un chiste pero estoy seguro que hay personajes como ese que disfrutan más alardeando de cuantos despedidos tiene en su curriculum que puestos de trabajo creados en su "carrera" empresarial.
ResponderEliminarRiamos, sí, riamos y tomemos las cosas con humor y no nos dejemos abatir por el desaliento, de eso ya se encargan los medios de comunicación.
No me gusta tener que decir que hemos vuelto a una situación vivida. De hecho yo no la viví pero la conozco. Recientemente en la prensa se hacen eco del pluriempleo, las deudas a largo plazo son las "letras" de antaño, y me viene a la memoria el film "El Pisito".
ResponderEliminarEn fin, estos ejecutivos ávidos del dinero fácil y asesinos cotidianos de la gallina de los huevos de oro merecen ser defenestrados, en el sentido literal de la palabra.
Pues mirando la prensa diaria, no andamos muy lejos de eso no...
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