sábado, 11 de octubre de 2008

Todo lo que no sabes sobre la crisis.

Cuando planteé este artículo pensé titularlo “Se acabó el dinero fácil”.
Pero los acontecimientos se han precipitado de tal manera que he pensado agrupar los datos en varios apartados para ser más claro. No soy economista, pero después de ver a los agentes de bolsa comportarse como tiburones o como borregos, o tal vez, como decía un entrenador de fútbol, “como pollos sin cabeza”, me creo capacitado y con mucho más crédito desde mi humilde posición en la acera, que todos ellos juntos. Que yo sepa ningún economista ha acertado nunca en sus predicciones y como mucho, si intuyó algo, se quedó corto. Me viene a la cabeza la predicción de Narcís Serra, exalcalde de Barcelona y exministro de Defensa en 1971: “en los ochenta se importará mano de obra de África”. Ha acertado en el hecho pero no en la fecha. Pues entonces, prosigo.

Un poquito de jerga antes de entrar en materia:
  • Capital de una empresa: es el conjunto de los bienes, derecho y deudas. Está compuesto de Activo y Pasivo. El Activo lo componen bienes (inmuebles, maquinaria, vehículos, dinero en el banco y facturas pendientes de cobro). El pasivo está compuesto por el capital (dinero que se puso al empezar el negocio), reservas -que son beneficios de años anteriores-, préstamos a devolver y facturas por pagar.
  • La Bolsa: es un mercado donde se compran y venden documentos llamados acciones que son títulos que acreditan la posesión parcial del capital de una empresa. Al final del ejercicio económico la empresa que tiene beneficios, reparte un dividendo a los titulares de las acciones. Originalmente una empresa que tiene beneficios se cotiza al alza y una empresa que pierde se cotiza a la baja. Esto es, si tengo acciones de Altadis (Tabacalera) y veo pierden su valor (y por ende los dividendos que pueda cobrar) intentaré venderla antes de que baje más y pierda mi dinero.
  • NOTA: Si sigues leyendo esto te puedes convertir en un sucio capitalista.
  • Subidas y Bajadas: Cada bolsa en cada país se organiza a su manera pero en común tienen un sistema de índices que sirve para saber si los accionistas, o mejor dicho, los agentes de bolsa están vendiendo (ofrecen) o hacen demandas. Así, si la bolsa baja quiere decir que la mayoría ofrecía. Si por el contrario sube, es que hay exceso de oferta. Cuando la oferta aumenta, los títulos (acciones) se aprecian (sube la bolsa) y en caso contrario cuando hay mucha oferta y poca demanda, los títulos se deprecian (baja la bolsa).
  • Agentes de bolsa: También se les llama “brokers”. Son esos individuos que en las películas salen con tirantes y se deberían dedicar a hacer lo que su cliente pide y no lo que ven en los monitores. Así va todo como va. Más adelante volveré sobre ellos.
  • Economía liberar (o ultraliberal) El estado se financia con los impuestos indirectos (IVA) y muy pocos impuestos directos (renta). Da muy pocos servicios y no interviene para nada. No regula precios. Deja que el mercado “se regule sólo”...
  • Economía regulada: El estado tiende a poner más impuestos directos (renta) y dar más servicios que los liberales. Interviene en los precios principalmente de los alimentos básicos y regula algo los depósitos bancarios. En el pasado, los regímenes comunistas eran el paradigma de los regímenes estatales. Eso es historia.

Un poquito de historia para quitar hierro:
La crisis no es nueva. En 1929 hubo una gran crisis que no fue tan grave porque por desgracia no se suicidaron todos los agentes de bolsa y eso de tirarse por la ventana es un tópico del cine. La crisis del 29 vino por diversos factores. Uno de ellos fue que los americanos sin un céntimo empezaron a pedir créditos con la intención de jugar en bolsa. Como es de imaginar –en realidad no hay nada que imaginar-, al bajar la bolsa perdieron sus ahorros y la posibilidad de devolver el dinero... Después de la II Guerra Mundial el sistema financiero puso mecanismos para evitar que eso volviese a suceder. Hubo más crisis pero no merece la pena mencionarlas. Más adelante, en 1973 los países productores de petróleo decidieron doblar el precio del crudo. Lo volvieron a hacer en 1975. El mundo occidental respondió fabricando coches que gastaban menos y potenciando las nucleares...
Ya en los 80, la época de los “yuppies”; hubo una crisis introductoria de la actual. Quien tenga dudas que sea el libro o vea el filme “La hoguera de las vanidades”. Lo verá todo más claro. Los brokers van a comisión, no cobran por la acción sino cada vez que la acción cambia de manos. Así que esperar trimestres y semestres para mover las acciones no les parecía “guay”. Inventaron el timo de la estampita en versión graduado en Harvard. Lo importante no era comprar acciones de una empresa saneada con beneficios, no, había que comprar acciones a 10$ a las 8:00 AM y venderlas en 30 minutos a 15 dólares, para al día siguiente venderlas ya a 30 $. Nadie preguntó si la empresa era buena o no. El globo se inflo y reventó. Los despidieron y se fueron Europa del Este que entonces estaba renegando del comunismo y abrazaba el capitalismo.
Crisis de los 90: La Guerra del Golfo de Bush padre sirvió para encarecer el precio del petróleo y que las compañías de sus amigos se lucrasen mucho más. Necesitaban un tonto dictador que les hiciera el juego y lo encontraron. Este incremento en los precios del crudo y la ya creciente globalización derivaron en una crisis que afectó mucho a algunas economías latinoamericanas y algunos sectores como la tecnología que huyeron hacia Internet provocando una subida y beneficios seguida del tortazo de 1999, el de los “punto com”. Los inversores no aprendieron de los ochenta y pusieron su dinero en portales web que nada fabricaban ni nada repartían. Lo mismo que en el 87....

La crisis actual: EEUU y Gran Bretaña por un lado
De la crisis del 91 se salió a base de créditos, o más bien de créditos baratos. Esto se ha potenciado mucho en USA y Gran Bretaña a modo de que el pobre “le parezca” que vive como un rico por el hecho de deberlo todo. La diferencia es que el rico siempre tiene un patrimonio y juega el dinero que no es suyo. Mientras que el pobre no tiene patrimonio y sólo juega con su dinero. Así nacieron las hipotecas basura, bonos tóxicos o subprime como lo llaman allí. Se les da una hipoteca con intereses muy altos a personas con pocos recursos y poca capacidad de devolución. En principio el afectado es el banco que otorga la hipoteca. Pero si el banco utiliza esa deuda –de algo riesgo- para invertir en otros sectores o simplemente lo transforma en un fondo de inversión, está perjudicando a terceros. Eso es lo que ha pasado en cuanto los primeros emigrantes han puesto tierra de por medio. Ni su propiedad en los Estados Unidos comprada sin “enganche” (entrada en la jerga del emigrante Mexicano) basta para cubrir el agujero. La bola es tan grande que ha arrastrado a bancos en todo el mundo y es de tal magnitud que el presidente de los “liberales” Estados Unidos ha empezado a nacionalizar algunas entidades para evitar el efecto dominó. Ahora me pregunto por los amigos de Bush y admiradores de Tatcher –que fue expulsada de la presidencia no por los electores sino por su partido-, como el tal Ansar que defendían esas ideas de que el estado no debe regular nada, “sólo el marco”...

España (y la mayor parte de Europa) por otro
“Spain is different” decían en los años sesenta. Y por ahora es cierto. Teníamos una gran cantidad de dinero negro en pesetas que al llegar el euro se fueron al ladrillo con la consiguiente subida de precios especulativa. Por si fuera poco en diez años ha cambiado el panorama de tal manera que los ayuntamientos que en los felices ochenta se financiaban con terrazas de verano y ocio principalmente, su fuente sea el maldito ladrillo que ahora se cae. Un factor más: muchos dieron a la moneda de 1 € el mismo valor que las 100 Ptas. El resultado está a la vista en los productos de hoy día: dentífrico de 180 pesetas pasa a valer 1’80 € y así un montón más. Eso sí, el sistema financiero es diferente y la crisis del ladrillo ha empezado provocada por los propios bancos antes de verse como en los Estados Unidos. ¡Gracias! Pero a todo cerdo les llega su San Martín y los mileuristas endeudados en hipotecas de 850 € mensuales en cuanto se vayan al desempleo –porque estamos en un mundo global-, van a causar un serio problema en los bancos españoles. Ya saben que las viviendas que pueden quedárselas no valen la hipoteca que concedieron y los subasteros (o ratas de la subasta) no van a tragar y querrán comprar esos pisos embargados por el valor catastral incrementado en diez puntos máximo. Y si no al tiempo.

Pronóstico
He oído decir a un docto catedrático que durará mucho esta crisis. A otro que volveremos a la economía del siglo XVIII (la de antes de la revolución industrial). No creo que suceda exactamente así pero estoy convencido que nada será igual. Esta crisis –provocada a conciencia o no-, se va a llevar por medio muchos bancos que serán troceados y repartidos entre ganadores. Los mismos teóricos que en los 90 hablaban de liberalizar todo (ESADE) ahora en una mesa con expresidentes de gobierno y presidentes de cajas de ahorro, dicen que “El estado tiene que intervenir”. El estado tiene que intervenir porque no le queda más remedio y para eso está, que para eso cobran los soldados, los médicos, los enseñantes y demás de los impuestos de todos. Faltaría más. Una cosa repiten: se acabó el dinero fácil. Habrá menos crédito y más producción y venta al contado. Quizá tenga razón en eso del siglo XVIII...

Yo por si de caso, la nómina de este mes la voy a pedir en monedas de oro, plata y diamantes. No quiero el recibo y tampoco me voy a acercar al banco...

Publicat anteriorment a calaix de sastre
© Manel Aljama (maljama)

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