Érase una vez una comunidad de vecinos que habitaba en un viejo y destartalado caserón de siete plantas. La mansión había resistido muchos avatares a lo largo de su dilatada historia pero con las últimas lluvias, el tejado se había hundido de puro viejo. La planta baja y la portería estaban atestadas de vagabundos que se habían refugiado allí y que los residentes del primer piso se quejaban de que no se podía salir a la calle mientras que los de los pisos superiores se acusaban mutuamente de exceso de ruido. El vecino más rico de allí vivía en el ático. Se tenía por altruista y se dedicaba a hacer pequeños préstamos al resto de habitantes. Estaba a salvo del agua pues había convencido a los dirigentes de que le instalasen, sólo a él, un techo impermeable de manera que, a diferencia del resto, quedase protegido si volvía a llover. El presidente de la escalera que era muy optimista insistía a sus habitantes en que aquella casa tenía unos muros muy fuertes, distintos de los otros edificios, y que era capaz de aguantar por mucho tiempo. El anterior presidente no compartía esa opinión y, lejos de remar en la misma dirección, se dedicaba a visitar otros sitios y criticar los actuales dirigentes de la vivienda. De esta manera, entre todas las comunidades de aquel lugar corrió la voz de que aquella casa no era de fiar y que, puestos así, no merecían ningún tipo de ayuda si se volvían a encontrar con problemas. Y así pasaban los días todos discutiendo la manera de arreglar las cosas sin hacer prácticamente nada de utilidad. Nadie escuchaba al vecino del cuarto, aficionado a las ciencias, y que se pasaba las reuniones insistiendo en que el tejado a base de bolsas de plástico no iba a ser de mucha utilidad si se confirmaba la granizada que se avecinaba para el 2012...
© Manel Aljama (mayo 2010)
Ilustración: Pelea a garrotazos (Goya)
Manel, Maneliño ¿qué te puedo decir?. La metáfora o alegoría que has trasladado a una simple casa de vecinos, nos enfrenta con la situación actual de una manera tan obvia que abofetea y duele.
ResponderEliminarLástima que no lean estos relatos las personas implicadas o que nos implican a los demás.
Aunque, bien pensado, no se sentirían protagonistas, seguro.
Es un micro que, invitando a la sonrisa, denuncia de manera bien palpable.
¡Bien hecho!.
Saludos.
P.D. Me gusta el cambio que has hecho, sobre todo porque me encanta leer como si fuera en una página (ancho). El color optimista y cálido.
Saludiños.
No hay nada como tener un buen vecino en el cuarto... sobre todo, aficionado a las ciencias, a TODAS las ciencias, incluídas las literarias, para remover las con-ciencias.
ResponderEliminarCoincido con Fonsilleda, un cambio estupendo.
Besos.
P.S. Te dejé un reconocimiento a tu bien escribir en mi blog.
Está claro que debemos movilizarnos para conseguir derechos fundamentales y no me refiero precisamente a tener una vivienda digna, que también...
ResponderEliminarRue del percebe 89
Acepto tu invitación. Creo que has escrito un texto que sin duda arrancará una sonrisa a más de uno pero que debería preocupar a muchos más. Es mordaz pero dista de ser una fábula como dices puesto que te has dejado la moraleja. Yo creo que es una buena parodia de la realidad actual en este detestable mundo globalizado.
ResponderEliminarUna magnífica descripción del mundo actual, lamentablemente no se ve por donde podrá ingresar la cordura y menos aún ser escuchada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es que esto se parece mucho a la vida real querido Manel, lo has puesto muy literario, pero duele igual. Un gran abrazo
ResponderEliminarSi parece mi bloque!!!
ResponderEliminarDesde luego que en le 2o12 van a salir en las noticias como una mas de esas que se van abajo, pero es tan dificil poner de acuerdo a dos, como para poner de acuerdo a 30
Me encantó la forma de exponerlo, me pareció de lo mas gracioso y a la vez penoso, humor ingles que diria aquel.
gracias Manel
pd, coincido con Ana en lo de que el blog está mas luminoso y tal con esta plantilla
jejeje, menuda realidad, Manel. Jamas he visto ni oído un bloque en el que todo vaya sobre ruedas. Estupenda descripción de lo simpático de la situación y sus miserias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mi querido Manel una historia que refleja la situacion que se vive en este país actualmente.
ResponderEliminarSolo me queda felicitarte, por tan magnifico relato.
Un abrazo
Tu relato refleja una realidad que se puede dar en cualquier vecindario del mundo.
ResponderEliminarA ver que nos depara el 2012... sin granizada, por favor.
Te dejo un abrazo berlinés.
Asi de estúpidos somos los humanos,quizás pensemos que nunca nada va a pasar aunque a gritos la tierra dice basta. Excelete tu alegoria. Besos tía Elsa.
ResponderEliminarMenuda comunidad, me recuerda a las reuniones de consorcio de cualquier edificio de BAires, donde se trata de todo menos lo imprescindible. Humor, fina observación y sutil desenlace en tu relato. Beso gordote.
ResponderEliminarHola vengo con el corazón lleno de gratitud para ti y para mi amiga Toñi por el detalle de felicitar a mi hija en su blog y llenarla de tantos buenos deseos.
ResponderEliminarFátima es la alegría de mis días, la luz de mi vida, y compartir esta emoción con Toñi a través de continentes, cielos y océanos, nos demuestra que el amor no conoce fronteras.
Gracias y siempre que quieras tomar un café a la media noche serás bienvend@.
pd. Es un gusto venir a tu portal!
Ja,ja,ja, !que buenooooo!, !que divertido!, simpatiquisimo y genial tu símil de la comunidad de vecinos con la jaula grillos de nuestros políticos de todo tipo, estos y aquellos, los del gobierno y los de la oposición... que, haber si se dejan de dimes y diretes y miran más allá de sus narices el panorama a corto tan poco halagüeño que se nos viene encima como una losa, granizando a destajo... !y nosotros, con plastiquitos y parches varios!
ResponderEliminarMe ha encantao tu entrada, y también este cambio de look que le has dado al blog... ta quedao chuli
Un besote, por supuestisimo de los gordos y sonoros
"caramabas! Estos vecinos han de estar tan vejetes como el inmueble que ya han perdido la nocion de lo que realmente sirve y no. Esas renicllas engtre vecinos, son coo una tragi-comedia y nunca terminan....eso del tejado...jajaja...y el abusivo con techo impermebale..no quiero ni pensar en las damas y su sin fin de disputas!
ResponderEliminarhay familias enteras viviendo en pisos parecidos...uhmmm
Con tanta disputa de como mejorar aquella casa los vecinos no sacan nada claro. Deberían hacerle caso al vecino científico, pues en contra la naturaleza nada se puede hacer, como nos sucedió acá en Chile con el último terremoto.
ResponderEliminarTe he extrañado. Cuídate!
Besitos
soni