Cuando en Japón un árbol se encuentra en el camino trazado de una obra civil de construcción o nueva carretera no se escatiman medios, recursos y labores a la hora de realizar los trasplantes de los árboles como es debido para asegurar su supervivencia en su nueva ubicación.
Este ejemplar se llama Persea y tiene 165 años! Se observa cómo ya está preparada para su trasplante.
Es una cuestión cultural, donde los árboles, su vida y su longevidad son profundamente respetados.
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