Este jueves será 23 de abril y como todos los años se celebra el día del libro. Se busca la coincidencia de fechas en los óbitos de Shakespeare y Cervantes, los japoneses copian la fiesta que se hace en Catalunya -que es una versión propia de San Valentín- y las calles de las principales ciudades se llenan de paradas de libros. Muchas librerías sacan sus libros a la calle, improvisando tenderetes, a veces infantiles, como cuando jugábamos, al menos los dinosaurios de mi generación, a eso de “las tiendas”.
Sí, es el día en que las editoriales lanzan la mayor parte de sus novedades. Pero también es el día en que periodistas que apenas saben escribir con buena sintaxis, acuden puntuales a la cita de la firma de autógrafos y se rodean de una fauna variopinta: famosillos de diversa índole (pero de actividad productiva desconocida), colaboradores de programas de radio y televisión (sólo secciones de cinco minutos de duración), políticos retirados y en activo, prostitutas, algún trepa, delincuentes, etc. etc. Todos sacan su libro por Sant Jordi o el día del libro según les vaya el santo.
¿Y la literatura?
Sí, son libros lo que publican. Pero no es literatura y muchísimo menos se trata de arte. Todo lo más la simple definición de libro: “un conjunto de hojas de papel encuadernadas en forma de volumen” que muchas veces ha escrito un negro a 6000 €, o uno de esos gabinetes que tapándose en cursos de escritura, “te escriben” tu autobiografía por 12000 o 18000 €.
Muchos periodistas metidos a escritores no saben escribir. Además de las barbaridades gramaticales y sintácticas, insisten un día y otro también en decir de sus púlpitos catódicos “balance” de víctimas en lugar de recuento (sea en castellano o en idioma autonómico). O cuando entrevistan a autor literario y ni siquiera han leído la nota de la contraportada de su nuevo libro. Hay muy pocas y contadísimas excepciones. Quedemos pues contentos y esperanzados de esto...
En fin, dejemos de ser pazguatos en el ritual mítico de recoger firmas y alimentemos el cerebro con literatura. ¡Que pasen un buen día y que lean un buen libro!
Sí, es el día en que las editoriales lanzan la mayor parte de sus novedades. Pero también es el día en que periodistas que apenas saben escribir con buena sintaxis, acuden puntuales a la cita de la firma de autógrafos y se rodean de una fauna variopinta: famosillos de diversa índole (pero de actividad productiva desconocida), colaboradores de programas de radio y televisión (sólo secciones de cinco minutos de duración), políticos retirados y en activo, prostitutas, algún trepa, delincuentes, etc. etc. Todos sacan su libro por Sant Jordi o el día del libro según les vaya el santo.
¿Y la literatura?
Sí, son libros lo que publican. Pero no es literatura y muchísimo menos se trata de arte. Todo lo más la simple definición de libro: “un conjunto de hojas de papel encuadernadas en forma de volumen” que muchas veces ha escrito un negro a 6000 €, o uno de esos gabinetes que tapándose en cursos de escritura, “te escriben” tu autobiografía por 12000 o 18000 €.
Muchos periodistas metidos a escritores no saben escribir. Además de las barbaridades gramaticales y sintácticas, insisten un día y otro también en decir de sus púlpitos catódicos “balance” de víctimas en lugar de recuento (sea en castellano o en idioma autonómico). O cuando entrevistan a autor literario y ni siquiera han leído la nota de la contraportada de su nuevo libro. Hay muy pocas y contadísimas excepciones. Quedemos pues contentos y esperanzados de esto...
En fin, dejemos de ser pazguatos en el ritual mítico de recoger firmas y alimentemos el cerebro con literatura. ¡Que pasen un buen día y que lean un buen libro!
© Manel Aljama (maljama) abril 2009
Al final, como en todas las cosas, hay que escoger entre la paja, y quedarse con el grano.
ResponderEliminarEs cierto que se sacan muchas novedades editoriales tan sólo para vender, para hacer negocio, sin tener en cuenta la calidad, pero creo que incluso eso es positivo, porque seguramente todas esos personajillos mediáticos hacen que los que "nunca leen" compren sus libros, para engrandecer sus museos de trocitos de famosos. Seguramente esos libros vendidos hacen que esas editoriales, con los beneficios obtenidos, puedan publicar otros libros que sí que sean arte.
Saludos, majete y feliz Sant Jordi.
Entrellat
PS: Y tu estarás en ningún sitio firmando?
Como bien dices, vayamos a escoger un buen libro y disfrutemos del día, que para lo demás, y con ello me refiero a reírnos un poco de esa fauna siempre hay un hueco.. bien hondo. Por cierto, menos mal que ya se va quitando la costumbre de la rosa para la mujer y el libro sólo para el hombre, siempre me pareció injusta
ResponderEliminarCarmen
Fran, Carmen, gracias por vuestra aportación y comentario. Tenéis toda la razón. Tan sólo quería separar el arte y sus dificultades del aspecto frívolo que ciertos "personajes" le quieren dar.
ResponderEliminarUn abrazo