“La mañana sube, poco a poco, trepando como un gusano por los corazones de los hombres y de las mujeres de la ciudad; golpeando, casi con mimo, sobre los mirares recién despiertos, esos mirares que jamás descubren horizontes nuevos, paisajes nuevos, nuevas decoraciones.
La mañana, esa mañana eternamente repetida, juega un poco, sin embargo, a cambiar la faz de la ciudad, ese sepulcro, esa cucaña, esa colmena...”
La mañana, esa mañana eternamente repetida, juega un poco, sin embargo, a cambiar la faz de la ciudad, ese sepulcro, esa cucaña, esa colmena...”
El fragmento reproducido aquí cierra el capítulo VI de "La Colmena" y, leído con ligeras modificaciones, es un excelente colofón para la película, en la voz de Paco Rabal.
A favor unos, en contra otros; pero no cabe duda que es un auténtico premio Nobel de la literatura. En la primaria, la antigua EGB nos tragamos fragmentos de “Viaje a la Alcarria” y ya en el COU (uf ¡que viejo) tuvimos que zamparnos “La Comena”, el libro no la resumidilla película.
De “Viaje a la Alcarria”, casi todo el mundo se tragaba el típico fragmento:
A favor unos, en contra otros; pero no cabe duda que es un auténtico premio Nobel de la literatura. En la primaria, la antigua EGB nos tragamos fragmentos de “Viaje a la Alcarria” y ya en el COU (uf ¡que viejo) tuvimos que zamparnos “La Comena”, el libro no la resumidilla película.
De “Viaje a la Alcarria”, casi todo el mundo se tragaba el típico fragmento:
¿Me da tres cuartos de tomates?
—¿Eh?
La verdulera es sorda como una tapia.
Muchos acusan a Cela de haber estado al lado del régimen y muy pocos saben que “La Colmena” se publicó en hispanoamérica porque aquí la censura no lo permitió. Y en esta escena de “Viaje a la Alcarria” da una buena muestra de como su fino estilo crítico. No debieron entenderlo los censores y pasó:
La maestra sonríe.
—Ahora, tú. ¿Cuál fue la mejor reina de España?
—Isabel la Católica.
—¿Por qué?
—Porque luchó contra el feudalismo y el Islam, realizó la unidad de nuestra patria y llevó nuestra religión y cultura allende los mares.
La maestra complacida, le explica al viajero:
—Es mi mejor alumna.
La chiquita está muy seria, muy poseída de su papel de número uno. El viajero le da una pastilla de café con leche, la lleva un poco aparte y le pregunta:
—¿Cómo te llamas?
—Rosario González para servir a Dios y a usted.
—Bien. Vamos a ver, Rosario, ¿tú sabes lo que es el feudalismo?
—No, señor.
—¿Y el Islam?
—No, señor. Eso no viene.
La chica está azarada y el viajero suspende el interrogatorio.
Nótese que la niña recita como un loro (auténtica empollona), sin saber nada. Y el viajero la interroga con precisión: "feudalismo e islam" que desmontan el sistema educativo de entonces.
Y para finalizar una entrevista que no tiene desperdicio:
© Manel Aljama (junio 2009)