domingo, 14 de junio de 2009

Voces misteriosas

(arrancar el fondo musical para acompañar la lectura)

Acarició el vasito, de esos destinados a contener licores fuertes; lo volvió a llenar de whisky de una botella medio vacía. La estancia estaba nublada por el humo de los cigarrillos que, escatimados de uno en uno a los vigilantes, había conseguido introducir en el cuarto. La bebida también había entrado a escondidas. La habitación, sin excesivos lujos, tenía una cama metálica acoplada a la pared, idéntica a las que se usan en los centros penitenciarios, una mesita de noche blanca con un estante suficiente para albergar cosas de cierto tamaño y que tenía dos cajones en la base. Un sencillo escritorio, arrimado a la pared que daba a la ventana que estaba guardada por una reja, que permitía el paso de la luz y el aire cuando sus hojas estaban abiertas. Una silla estaba encajada en el escritorio. El blanco, algo apagado o tal vez sucio, iluminaba la habitación. Algunas postales estaban enganchadas de manera dispersa rompiendo la uniformidad del color. La puerta estaba acolchada en un tono amarillo crudo o puede que fuese el color del escay envejecido.

Estaba cada vez más abandonado a la dispersión del alcohol en su sangre. Pero aún conseguía mantener el vaso entre los dedos y acertar con el chorro de la botella sin derramar una gota contrarrestando con gran esfuerzo los temblores que atenazaban su brazo y el ahogo que aprisionaba sus pulmones. Sus pensamientos iban y venían a velocidad vertiginosa y le producían una amalgama de sensaciones pasadas, presentes y futuras difíciles de dilucidar. Creyó oír como un murmullo pero descartó eso pues casi todos sus convecinos eran muy respetuosos con las reglas del centro. Poco a poco el runrún fue adoptando cada vez más la forma de tonada que le era familiar. Creyó que estaba escuchando una vieja canción conocida, como en esas ocasiones en que se recuerda una melodía de forma insistente y que a fuerza de repetirla se llega a la conclusión que es una rememoración ancestral. Otro trago más, quizá el penúltimo, pues el licor del mismo modo que su serenidad, se iba agotando; no impedía la música que cada vez más escuchaba con nitidez y persistencia.
“how-ah-khan-ada-hy…
ah-uh nayah oh-wa oh-wa
shon-day oh-wa oh-wa
shon-day can-non non noha noha
ah-uh nayah oh-wa oh-wa
shon-day oh-wa oh-wa
shon-day yeha-noha noha”
Y una voz, en medio del cántico, repetía una y otra vez: “how-ah-khan, recuerda de quién eres hijo” ... “how-ah-khan, recuerda de quién eres hijo”. Ya en el umbral de la inconsciencia y puede que de su muerte vislumbró un libro de la escuela donde se leía, “Howahkan, en sioux ‘voz misteriosa’, hijo descendiente directo de Tananka Yotanka el astuto jefe indio que derrotó al general Custer.

Para un poquito de más ambiente:


© Manel Aljama (maljama) abril 2009

6 comentarios:

  1. Indio Seattle al Presidente de los Estados Unidos de América: "Pero, ¿cómo es posible comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Nosotros no comprendemos esta idea. Si no somos dueños de la frescura del aire, ni del reflejo del agua, ¿cómo podréis comprarlos?

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  2. Estas historias que vas tejiendo en lugares lejanos, tienen el sabor de lo visto, no conocido, ignorado o sabido. No lo sé muy bien, de cualquier manera, siempre consigues captar mi atención y que no despegue mi naríz de la pantalla.
    ÉSte además con el acompañamiento musical..., precioso

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  3. Muy bueno Manel. Te has lucido, tanto con el texto sobre la amarga historia de la decadencia de un pueblo, como por la ambientación y forma de hacer que el relato resulte atractivo en conjunto.
    Saludos.

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  4. Lo que mas disfruté fue el poder combinar la música con la lectura, algo que siempre he valorado, pues es lo que hacía en la radio. Me gustó esta historia, te transporta a otro tiempo, a otro lugar, pero sin perder el hilo del nuestro.
    Besos.
    Carmen

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  5. M'ha agradat molt.

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  6. Fonsi: Si consigo captar la atención es que intento hacerlo bien, sólo eso.
    Andrés: quería reflejar eso, la decadencia de un pueblo donde un indivíduo superviviente está una cárcel o un manicomio.
    Carmen: Puse primero la música para que el video no distrajese a los lectores...
    Núria: Content que t'hagi agradat
    A todos gracias por vuestros comentarios y más que nada por leerme. Eso hace posible todo.

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