Cada persona brilla con luz propia
entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales.
Hay fuegos grandes y fuegos chicos
y fuegos de todos colores.
Hay gente de fuego sereno
que ni se entera del viento,
y gente de fuego loco
que llena el aire de chispas.
Algunos fuegos, fuegos bobos
no alumbran ni queman;
pero otros arden la vida con tantas ganas
que no se puede mirarlos sin parpadear,
y quien se acerca, se enciende.
entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales.
Hay fuegos grandes y fuegos chicos
y fuegos de todos colores.
Hay gente de fuego sereno
que ni se entera del viento,
y gente de fuego loco
que llena el aire de chispas.
Algunos fuegos, fuegos bobos
no alumbran ni queman;
pero otros arden la vida con tantas ganas
que no se puede mirarlos sin parpadear,
y quien se acerca, se enciende.
De El libro de los abrazos, Eduardo Galeano
Magnífico poema. Me gusta ver a la gente de diferentes formas. Metamorfosearlas, pues nadie es igual al de al lado, y sin duda los seres fuego deben ser así, pero se podría trasladar a los otros elementos, estoy convencida, pues hay quién enfría o apaga, como el agua, y hay quien barre como el viento, y quién favorece el resurgimiento de la vida de las semillas. Me gustó mucho este poema.
ResponderEliminarBesos.
Carmen